domingo, 30 de diciembre de 2012

Lentisco


Me preguntan por matorral Mediterráneo y automáticamente me salen jaras y lentiscos. Aquí, el lentisco Pistacia lentiscus encendido, hojas pardas, ramas encarnadas y frutos rojos. Esto un 28 de diciembre por las sierras del sur. Parece que el rigor del invierno se suaviza en estos lares que ya lindan con África como para mantener la fructificación otoñal más allá de su estación.

viernes, 21 de diciembre de 2012

Rajoy, los mayas y el solsticio de invierno

21 de Diciembre 2012. 
Solsticio de invierno.
Apocalípsis maya. 
Un año de gobierno pepero de Rajoy. 

Demasiadas coincidencias en un día sin duda, para recordar. Hoy no se acabará el mundo como predijeron los mayas, más bien seguirá el curso de las estaciones después de un solsticio, pero lo que sí que tendrá de apocalíptico será este aniversario político.  Un año gobernado por y para la paradoja del tijeretazo que curiosamente pretende retomar el ritmo de los años de oro de la sociedad capitalista de consumo. Si así se consigue, que alguien me lo explique. Hasta dónde yo entiendo: 

-  o se incentiva el consumo con más gasto público y se busca una sociedad crecentista, capitalista al más puro de los modelos yankis, a la que por otra parte estábamos acostumbrados
- o se busca otro modelo, quizás más orientado al decrecimiento, más justo, igualitario, social, ecológico y muuucho más austero. Igual aquí tendrían algo más de sentido los recortes. 
El binomio tijeretazo y crecimiento forma uno de las mayores engaños y contradicción política de los últimos tiempos. Y además es imposible.

Y como resultado en esta parte de Iberia, la corrupción es aplaudida, impedimos que la ciencia sea el eje el progreso,  intentamos privatizar hospitales, la educación pasa al plano de artículo de lujo y unos largos puntos suspensivos....pero también, en este año, hemos aprendido a defender nuestros derechos, a salir a la calle, conocemos el poder del pueblo y ya sabemos qué es la democracia, la de verdad, la de las asambleas y concejos, hemos buscado nuevos modelos sociales, creativos, igualitarios y se ha instalado un germen que tiene algo de rebelde y subversivo, que pide justicia a voces y que no se conforma con un "estómago caliente". Esto no es, ni mucho menos, poco.

Mientras tanto, celebraremos el solsticio de invierno como lo han hecho nuestros antepasados desde que el hombre es Homo. Celebraremos el fin de la estación de largas noches y oscuridad y el comienzo de la luz. Y es que, el solsticio de invierno, es el comienzo del verano y quizás también el del cambio.

Puerta de la Pacha Mama (Amantani, Lago Titicaca, Perú). Calendario de piedra que nos señala los solsticios

jueves, 13 de diciembre de 2012

Tierras musicales

Chifla y tamboril, gaita de fole, curdión diatónico y panderetas, empieza el baile.


"Hay tierras musicales y hay tierras terrenales. Pero también hay tierras que bajo su parda corteza guardan la alegría viva y coloreada de la música." Así se refiere J.A. Carro Celada a la Maragatería. 

La música, como el carácter es una de las muchas expresiones modificadas por el paisaje que nos toca vivir. Cuando los pueblos eran comunidades y el sitio en el que vivían tus antepasados era en el que tú también ibas a vivir si no querías ser siempre forastero en tierra ajena, la tradición oral y su música eran la expresión de la alegría, el dolor, el trabajo, la fiesta y la religiosidad. En Iberia, y allá por 1952  un intrépido etnomusicólogo Texano, Alan Lomax, se atrevió a entrar en la España sumida en el agujero franquista en busca de música con raíces. Su sorpresa fue grande, variada, profunda, entrañable y arcaica y además quedó grabada por primera vez.

En tierras leonesas, Cabreira suena a gaita de fole, los arrieros maragatos bailan a ritmo de chifla y tamboril, tierra de campos es dulzaina, Tsaciana, Babia y Omaña son vaqueiras al son del pandero cuadraú y del curdión, Riaño suena a rabel de pastores y siempre y en todo lugar las voces y las panderetas. Panderetas y toques variados, diversos, a veces complejos, muy diferentes del ritmo binario básico y repetitivo de la música preferida por la mayoría de nuestros jóvenes. Todos estos sones acompañaban la vida, venían del paisaje, y se pasaban de padres a hijos, de abuelos a nietos y ahora, ya no se pasan. Aunque nuestros abuelos aún los recuerdan.... Aquí en una delicia de programa, algunos que ya no se olvidarán. 

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Merece la pena dedicar un rato a escuchar los podcasts de "Músicas de tradición oral" de RNE Clásica. 

lunes, 10 de diciembre de 2012

Invierno


Mi memoria es la memoria de la nieve. Mi corazón está blanco
como un campo de urces.
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Nieva implacablemente sobre los páramos de mi memoria. Es ya noche entre los blancos cercados.
Cuando amanezca, será ya siempre invierno.

Julio Llamazares


domingo, 2 de diciembre de 2012

Carea Leonés, perro de pastor

Porma, cachorrina carea de apenas un mes.

“Ese perro pequeño, histérico, ágil y vivaz que acompañando al rebaño siempre da el primer ladrido de alerta, para luego, con el rabo entre las piernas, refugiarse detrás del poderoso mastín”. 

Hay quién definiría así a un Carea Leonés, tiene algo de cierto, algo de guasa y algo de simple. Y es que los Careas Leoneses, perros de pastor, son mucho más: 

Los tiempos de la Mesta no fueron buenos tiempos para los careas, sus directrices, estrictas y rígidas, los prohibían en muchos de los grandes rebaños. Eran tiempos de pastores, mayorales, rabadanes, zagales, ayudadores –suficiente mano de obra-…. y amplios puertos y dehesas de Condes y Marqueses a la entera disposición de los rebaños y de su lana. Los careas, removían a las ovejas y las molestaban, en aquel momento no parecían necesarios. 

Excelente compañera de aventuras por sendas, veredas, montes y brañas.

Fue a principios del S XIX con el declive de la Mesta, y del oficio de pastor, cuándo los mayorales fueron quedándose solos al frente del rebaño y, también fue por entonces cuándo el paisaje de las Montañas del Norte y  su extensión hacia el Sur por la Vía de la Plata se transformó en un mosaico de minifundios de cultivos y pastos de diente y de siega, caminos estrechos y huertos. En este momento, el carea pasó a ser la mano derecha del pastor. Desde entonces y hasta la actualidad desde los puertos de Babia hasta las dehesas de Almendralejo, no hay rebaño  sin mastín ni que le falte un carea. Pareja perfecta e indisoluble. El mastín protege, el carea, conduce. Conduce, dirige, “aqueda” o “carea” para que las ovejas no se salgan de los caminos, no entren a lo sembrao, para agruparlas en rediles y majadas. 
Foto: Maria Cano http://www.alchata.es/

Los hay negros, cervatos, cuatro ojos y también arlequines, pintos o “cisnos”. Son listos, nerviosos, juguetones y cómplices de su dueño. Y no sólo sirven para carear, buenos en el rastreo, como perros de salvamento o en las pruebas de Agility.  La mayoría de los ejemplares históricamente  y en la actualidad se localizan entre las provincias de León y Zamora, y de ahí su apellido. Sin embargo, su habilidad y agilidad para aprender y su dureza de raza rústica los ha hecho emigrar a otras latitudes, hay quién los cría en Suecia y también en Ibiza, por poner dos extremos. Parece que ahora van a ser buenos tiempos para el carea, en el futuro quizás  sea uno de los embajadores de León. 

Este es un post conjunto que también podeis encontrar en El Mundo de Gea.