jueves, 28 de febrero de 2013

El hielero del Cotopaxi




Apenas amanecía, ponía las alforjas a la vieja mula e iniciaba el camino.  Dejaba en el fondo del valle el pequeño pueblo y subía, cerro arriba, por la falda del volcán dormido hasta alcanzar el nevero, a casi 5000 metros de altitud. Y allí, empezaba su trabajo. Pico y pala iba arrancándole cristales helados a la montaña sagrada. Antes del atardecer llegaba con las alforjas llenas a la aldea, dónde le recibía una algarabía de vecinos ansiosos de zumos helados y comida fresca.
Cuando su oficio ya era superfluo en un mundo de neveras y congeladores y todavía alguien le preguntaba por qué seguía, él siempre contestaba con una media sonrisa: "ya ve, ¡dinero fácil!"
Y con él, que ya era mayor, terminaba la saga de hieleros que arrancaba pedacitos del volcán dormido.

lunes, 11 de febrero de 2013

La Vega del Curueñón


Los ríos nacen tortusos, esquivos, librando pendientes y peñas en un hilacho pequeño y más que cristalino. Su nacimiento es blanco, cargado de nieve que les mantendrá en los secos veranos. 

Aquí nace el Curueño, nuestro río más literario y también el más salvaje, uno de los pocos sin obras faraónicas ingenieriles en este rincón de Iberia. Su libertad desde Vegarada hasta derramarse en el Porma, 60 Km más al Sur y 600 m más abajo, dan a este río astur una pureza y una belleza de las de disfrutar. 

viernes, 1 de febrero de 2013

Mitos (anti)ecológicos: Del ICONA y sus sueltas


2013, más de veinte años han pasado de la desaparición del Instituto de la Conservación de la Naturaleza ), ICONA, excusa gubernamental para contentar a un incipiente ecologismo, que no duró tanto como el poso que dejó. Pero vayamos al grano, el ICONA sigue siendo icono y cabeza de turco de todo lo que en el campo y para una minoría mayoritariamente rural y sobretodo desinformada, molesta y por lo tanto, se le puede dar el nombre de "plaga". 




Todavía este año, una amiga, jóven y algo más informada que la media, me sorprendió afirmando cómo decía haber visto a los del ICONA soltando culiebras. Y sobretodo cómo defendía su argumento con uñas y dientes. Entre atónita, frustrada y desesperada, me convencí que estas historias son parte esa mitología popular, rural que consigue con una buena dosis de fantasía y otro tanto de filandón de bar, relatos tan surrealistas e imaginativos como los de las sueltas nocturnas de lobos feroces desde furgonetas clandestinas, los invasores topillos paracaidistas o, mi favorita, las culebras lanzadas en cucuruchos y, de dos en dos, para que la muerte de la primera amortigüe el culebreo de la segunda. En fin... 



Parece mentira que explicaciones tan enrevesadas como estas sigan pareciendo más fáciles que buscar una explicación ecológica, realista y más sencilla. Primero, los censos o estimas poblacionales nos proporcionan la información necesaria para ver si efectivamente la densidad de cualquier organismo que "no nos cae bien" ha aumentado o es simplemente nuestra percepción la que desvaría. Después, las poblaciones fluctúan y siguen ciclos de abundancia relacionados con la abundancia de recursos y de sus predadores y finalmente, las perturbaciones ocasionadas por nosotros, los hombres, sobre el medio natural producen desequilibrios ecológicos que se pueden traducir en variaciones en las densidades de algunas poblaciones. Así que, por el momento, carecemos de la información adecuada en muchos sitios para saber si las densidades de lobo han aumentado; los picos anuales de abundancia de topillos, seguidos de rápidas disminuciones al año siguiente, responden a fluctuaciones cíclicas relacionadas con años de abundancia de recursos, favorecidos, cómo no, por la expansión de los monocultivos y su homogeneidad, y que se terminan con una respuesta incrementada de sus predadores (ciclos depredador -presa); en cuánto a las culiebras... las dejo para vuestra propia interpretación....


El ICONA al fin y al cabo, era lo de menos. 

! Gracias Dani, porque eres un artista y lo has sabido plasmar a la perfección!