domingo, 26 de enero de 2014

Huyeron del Norte y se encontraron con más Norte: lúganos



Un paisaje blanco, helador, cascadas que se deshacen en témpanos de hielo, el cierzo que ruge y congela la mirada, 1700 m de collada cantábrica en enero. Unos abedules que resisten estoicos el invierno y unos lúganos (Carduelis spinus) saltando de rama en rama.



Vienen del norte buscando inviernos templados y se quedan aquí dónde apenas existe el verano y el invierno se despliega con una fuerza de otras latitudes, ¿por qué no buscarán la dulzura invernal de los valles y las riberas?
Unas pocas parejas deciden criar en la primavera cantábrica, muy pocas, el resto retornan al verdor efímero de las taigas del norte.

Apenas 20 g de ave que llega a Iberia arrastrada por la ventisca de un temporal Escandinavo y consigue saltar de rama en rama en unos abedules tan fríos como los que dejó en el Norte.
 

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Gracias Juanan por las fotos de los lúganos