Puertos, colladas y altos, que limitan y que unen más que separan, que vierten aguas y ofrecen pasos. Arándaneras, urces, escobas y pastizales que suben allá dónde el bosque no alcanza a llegar. La nieve que se derrite y agua mucha agua que vierte a valles del norte y del sur que llena chamargos, pozas e ibones y da vida a ranas, sapos y tritones.
Hermoso, muy hermoso y mágico es el Puertu de Vegará.
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No he estado allí, y pronto hará ya tres años de mi última visita a la Cordillera Cantábrica, así que a lo mejor este verano me paso. (He de decir que no conozco mucho de esta cordillera: Covadonga, Somiedo, el alto Porma, los Ancares, Tosande, el Cebreiro, Crémenes...)
Muy bonito el río con meandros y el reflejo del sol. ¿Qué río es?
Es el nacimiento del río Curueño en el puerto Vegarada! merece una visita!
EliminarAsí que el Curueño. Ahora que lo pienso, entre este río y el nombre del blog, supongo que leerás a Llamazares, ¿no? Porque El río del olvido fue uno de los libros que, hace ya muchos años, me animaron a ir recorriendo lugares de la "España incógnita".
ResponderEliminarEfetivamente, leo a Llamazares y me encanta. Anímate pues a conocer "el río del olvido" en esta "España incógnita" :)
EliminarPues nada, a ver si este verano, que tenía intención de ver los bisontes de San Cebrián y subir al Teixedal de Casaio, me recorro un trecho del Curueño.
ResponderEliminarOtro libro que, por la misma época, también me influyó mucho fue El río que nos lleva, de José Luis Sampedro. ¿Lo conoces?