domingo, 13 de enero de 2013

Soterano, de los Oteros

Acorralado por las fértiles vegas que riegan el Órbigo y el Esla por el oeste y el Cea por el este, al precio de varios valles montañeses anegados, y rompiendo la monotonía de una llanura rasa, plana e interminable de maizales parameses, está la comarca de los Oteros. Esto ya es secano. Ese denostado, despreciado y evitado secano. Por contra, ahora, y a vista de bióloga, mucho más interesante que el monocultivo regado con el que cualquier agricultor o incluso algún "amante de lo verde" soñaría. 

Paisaje Soterano


Estepas cerealistas. Poligonales y minifundistas. Onduladas, de ahí su nombre (Los Oteros) y pintorescas. De centeno, cebada, trigo y barbecho. Aún hoy y bajo el riesgo constante del avance del ragadío o para algunos "el progreso", es fortaleza de avutardas Otis tarda, sisones Tetrax tetrax, cernícalos primilla Falco naumanni y alguna que otra ortega Pteropcles orientalis. Todos, emblemas y maravillas aladas de las estepas ibéricas, sembradas de cereal.

Avutardas Otis tarda, el ave más pesada de Europa, en los Oteros

Y además, vino y queso!

Me ha costado varias visitas, pero esta vez he encontrado la esencia a estas tierras duras, recias "para el águila" como diría Extremo y, me ha encantado!

miércoles, 9 de enero de 2013

lunes, 7 de enero de 2013

En Babia


Puertos de Torre de Babia.
Dando sombra a la laguna de las Verdes


Pocos lugares son tan sugerentes como este, montañas, valles amplios y planos de pastizales bovinos y equinos, y puertos de merinas trashumantes, caliza, mucha caliza, lagunas glaciares y pueblos blasonados grises de piedra y negros de pizarra. Silencio y paz y armonía. En el invierno sólo nieve, blanco y frío. En la primavera y en el verano, verde, amarillo, rosa de pastos y flores. 

...Babia...

¿Cómo no iba a ser éste un sitio para el descanso?, cuando León era reino hasta casi Andalucía y sus reyes decidían olvidarse de la Corte y disfrutar de su particular veraneo palaciego, "estando en Babia".

¡Quién pudiera siempre estar en Babia!




Tsagüezo próximo a la Laguna las Verdes. 




miércoles, 2 de enero de 2013

En la diáspora


La historia de la humanidad es una historia de migraciones. Como el resto de animales seguimos las rutas de la abundancia, vamos allá dónde haya recursos, es decir, trabajo, en nuestro caso. Nuestros abuelos y bisabuelos probaron suerte en las Américas, nuestros padres abandonaron sus pueblos para ir a la ciudad, nuestros primos más pequeños cambiaron ciudades provincianas por capitales y ahora nuestros amigos y hermanos emigran a los focos del nuevo desarrollo o a ese occidente ya desarrollado y mayoritariamente anglosajón que va desde Norteamérica a Australia pasando por la Europa del Norte. Quién sabe lo que harán nuestros hijos y nietos, quizás les toque hacer el camino a la inversa y desandar nuestros pasos. 
En cualquier caso, detrás de cada migración hay una historia de despedidas, de bienvenidas, de adaptación, de desadaptación, de éxito o de desarraigo, a veces de todo junto. A todo esto se enfrentará mañana mi hermano, Alfonso, que pasará a formar parte de una diáspora preparada que invertirá más de 20 años de educación pública en el extranjero. Triste.
Desde León, desde la casa de su familia, que siempre será su casa - en palabras de J. Llamazares: un hombre es de dónde son sus antepasados, en cualquier otro sitio será siempre un forastero- le deseamos toda la suerte del mundo en esta nueva aventura. Mientras tanto, los que nos quedamos añadiremos Austria a esa lista de visitas que ya casi casi nos permite dar la vuelta al mundo sin necesidad de pagar alojamiento.